Siempre quise tener una casa realmente bonita. Y me alegró que mi pareja estuviera de acuerdo conmigo en que, ya que íbamos a vivir juntos, debíamos decorar la casa a nuestro gusto. Quería una casa muy bonita. Quería una casa que me gustara. Es decir, sí, la belleza es importante y la casa también, pero hay gente que no piensa tanto en ello. Siempre quise un sofá muy bonito. Mi sueño era un gran sofá de cuero blanco. Sí, un sofá de cuero blanco. Y casi todo de cuero auténtico. No me gustan los sucedáneos, pero sabía que si tenía hijos, si tenía una familia, si tenía un gran sofá de piel blanca realmente bonito, probablemente ese sofá no conservaría su belleza durante mucho tiempo».

En otras palabras, el niño no lo estropeó a propósito. En mi opinión, un niño no lo estropearía a propósito, pero cuando son pequeños estropean la belleza del sofá muy rápidamente, así que le he dicho a mi pareja que deberíamos comprar un sofá tapizado normal para nuestra casa, que también es absolutamente precioso. De lo contrario, no se imagina ni se explica cómo íbamos a conseguir un sofá tan diferente de lo que queríamos.

Pero claro, la belleza de la casa o del sofá no es tan importante, pero no es lo más importante en absoluto. A algunas personas no les importa cómo viven. A mí no me importa. Yo también quiero que mi casa sea bonita, quiero volver a casa. A algunas personas les resulta difícil, pero también hay gente a la que no le importa cómo es su casa. Por eso, cuando compro muebles nuevos para mi casa, también debo pensar en la practicidad y en si alguien los estropeará. Por ejemplo, el perro de un amigo mío estropeó unos muebles. Mi amigo se puso muy triste porque los muebles eran nuevos y debían de ser muy caros.

Siempre quise tener una casa realmente bonita. Y me alegró que mi pareja estuviera de acuerdo conmigo en que, ya que íbamos a vivir juntos, debíamos decorar la casa a nuestro gusto. Quería una casa muy bonita. Quería una casa que me gustara. Es decir, sí, la belleza es importante y la casa también, pero hay gente que no piensa tanto en ello. Siempre quise un sofá muy bonito. Mi sueño era un gran sofá de cuero blanco. Sí, un sofá de cuero blanco. Y casi todo de cuero auténtico. No me gustan los sucedáneos, pero sabía que si tenía hijos, si tenía una familia, si tenía un gran sofá de piel blanca realmente bonito, probablemente ese sofá no conservaría su belleza durante mucho tiempo».

En otras palabras, el niño no lo estropeó a propósito. En mi opinión, un niño no lo estropearía a propósito, pero cuando son pequeños estropean la belleza del sofá muy rápidamente, así que le he dicho a mi pareja que deberíamos comprar un sofá tapizado normal para nuestra casa, que también es absolutamente precioso. De lo contrario, no se imagina ni se explica cómo íbamos a conseguir un sofá tan diferente de lo que queríamos.

Pero claro, la belleza de la casa o del sofá no es tan importante, pero no es lo más importante en absoluto. A algunas personas no les importa cómo viven. A mí no me importa. Yo también quiero que mi casa sea bonita, quiero volver a casa. A algunas personas les resulta difícil, pero también hay gente a la que no le importa cómo es su casa. Por eso, cuando compro muebles nuevos para mi casa, también debo pensar en la practicidad y en si alguien los estropeará. Por ejemplo, el perro de un amigo mío estropeó unos muebles. Mi amigo se puso muy triste porque los muebles eran nuevos y debían de ser muy caros.